El Taoísmo puede definirse como una
tradición filosófica y religiosa, la cual lleva más de dos milenios ejerciendo
su influencia en los pueblos del Extremo Oriente. La palabra Tao es
generalmente traducida como camino, así que el taoísmo sería enseñanza del
camino.
Su
filosofía se basa en un escrito llamado el Tao Te King (o Daodejing, Libro de
la Vía o de la Virtud), escrito por Lao Tse (quien vivió entre el 570 al 490
antes de Cristo) y en su primer capitulo podemos leer la definición exacta de qué
es Tao:
El Tao que puede
ser expresado no es el verdadero Tao.
El nombre que se
le puede dar no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el
principio del universo; y con nombre, es la madre de todas las cosas.
Desde el no-ser
comprendemos su esencia; y desde el ser, sólo vemos su apariencia.
Ambas cosas, ser
y no-ser, tienen el mismo origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es
un misterio.
Y en ese misterio
se halla la puerta a toda maravilla.
Luego,
en el capitulo cuarto podemos leer un poco más acerca del Tao:
El Tao es vacío,
imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción.
En su profundidad
reside el origen de todas las cosas.
Suaviza sus
esperanzas, disuelve la confusión, atempera su esplendor, y se identifica con
el polvo.
Por su
profundidad parece ser eterno.
No sé quién lo
concibió, pero es más antiguo que los dioses.
Para
nosotros, los occidentales, todo esto suena como muy complejo, pero realmente
no lo es del todo, desde un punto de vista del cristiano o judío, este Tao
viene a ser como una especie de Dios Padre todopoderoso. En la próxima entrega
profundizaremos un poco más sobre la filosofía taoísta y sobre sus diferentes
disciplinas.
¡Feliz miércoles!
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