viernes, 9 de octubre de 2020

Yin y Yang


El yang y el yin son las dos fuerzas del cosmos y de la naturaleza efectivas y antagónicas que están actuando de muchos modos. Se considera al yang como principio masculino activo, generador, creador y luminoso y el yin como el principio femenino, pasivo, receptivo, abnegado, encubridor y oscuro. Los dos se relevan recíprocamente en turno por ley, como en el cambio de las horas del día y las estaciones del año; se complementan el uno al otro, estân entretejidos de muchas maneras y producen todos los fenómenos del cosmos por medio de su cooperación y oposición. Estas fuerzas primitivas procuran el cambio continuo de positivo-negativo, movimiento- descanso, luz-tinieblas, calor-frío, bueno-malo etc. Son las dos caras del todo-uno no según un movimiento ondular en una mitad blanca y una mitad negra; cada lado contiene el principio contrario en forma de un punto del otro color. Esta figura se llama T'aichi, palabra que significa "principio originario"', puesto que la situación del antagonismo yang-yin surgió de una situación originaria en la cual las fuerzas todavía no estaban separadas. 


El Cielo se considera como el yang masculino y la tierra como la esencia femenina, yin, el Cielo es espíritu, la tierra, cuerpo; el cielo es un movimiento constante, la tierra está quieta; el Cielo es azul y tiene forma de bola, la tierra amarilla y con forma de cuadrilátero. Como cuadrilátero se Corresponde con las cuatro regiones del cielo, a las que se añade todavía una quinta, la del centro, la cual se considera que está unida al cielo en forma de un árbol de la vida o de un eje universal. El cuidado de esta unión incumbe esencialmente a las obligaciones de culto al emperador.

jueves, 1 de octubre de 2020

El universalismo Chino

 


La armonía universal


El universalismo es un principio metafísico antiquísimo que sirve de base a todo el pensamiento chino: el cielo, la tierra y el ser humano se consideran como tres componentes de un todo unitario. Todos los fenómenos de la naturaleza (macrocosmos) tienen su correspondencia en el cuerpo humano (microcosmos). El orden cósmico sirve también como ley moral de la convivencia humana, lo que conduce esencialmente a la idea de la armonía. La relación íntima de todos los componentes se considera dinámica y no estática y la sabiduría suprema consiste en la visión global  del universo como un conjunto ordenado. Los elementos, planetas, regiones del cielo, estaciones de año, etc., se corresponden con las diferentes  fuerzas de los humanos.

Se considera a los 5 elementos -madera, fuego, metal, agua, tierra- como los fundamentos cambiantes y dinámicos de todo; sin embargo, se  presentan no como sustancias sino como fuerzas. A éstas corresponden unas regiones del cielo, planetas, sentidos y órganos humanos, animales, horas del día y estaciones del año, así como determinadas virtudes y formas de gobierno que son siempre establecidas exactamente y no de modo arbitrario. Con esto se subraya no sólo la correspondencia general sino también la condición de contraste, es decir, la "destrucción" de los  elementos puesto que uno vive del otro. De este modo la tierra absorbe el agua, el agua apaga el fuego, el fuego funde el metal, el metal corta la madera y la madera ara la tierra; el cosmos aparece como un mecanismo universal en curso de cambio. Como motor del movimiento funcionan los dos principios fundamentales antagónicos, el yin y el yang.