Muchas son las leyendas en torno al Rey Arturo, incluso ha llegado a nuestros días. Aunque existen varias versiones, la más conocida hace de Arturo el hijo del gran rey Uther Pendragón y de Igraine. Por aquel entonces, Igraine estaba casada con Gorlois, duque de Cornwall, con quien había tenido una hija, Morgana, que con el tiempo sería enviada a la isla de Ávalon para convertirse en sacerdotisa. Gracias a las artes del mago Merlín, Uther consiguió hacerse pasar por el duque y yacer con la bella Igraine. Ésta quedó embarazada y dio a luz un hijo llamado Arturo, que fue entregado al caballero sir Héctor para que se encargase de su educación.
Poco tiempo después, Gorlois murió e Igraine se desposó con el Pendragón, que ya había sido nombrado Rey Supremo.
A su muerte, el reino quedó sumido en una gran confusión, ya que es imposible encontrar a un heredero adecuado, Sin embargo, existe una espada encantada que está clavada en una roca, y la leyenda asegura que el que sea capaz de extraerla, será el auténtico Rey de Inglaterra. Todos los caballeros lo intentaron en vano, hasta que el joven Arturo, que por entonces cuenta con dieciséis años, prueba suerte y consigue hacerse con la espada. Inmediatamente es proclamado Rey, se descubre su verdadero origen como hijo de Uther y se asienta la corte en Camelot, donde establece la famosa Mesa Redonda, alrededor de la cual se sientan los caballeros como iguales.
El Rey Arturo se casó con Ginebra, con quien no tuvo hijos, aunque sí tuvo un hijo con su media hermana Morgana, llamado Mordred. Entre tanto, los caballeros, dirigidos por sir Lancelot del Lago y sir Galahad, habían organizado la búsqueda del Santo Grial, y para ello partieron hacia todos los confines del reino, luchando contra hechiceros y dragones.
La corte queda prácticamente vacía, y el único consuelo de Arturo es su hijo Mordred, que ha ido a Camelot para armarse caballero. Pero éste desafiará a un duelo a muerte a su padre, que quedará malherido y deberá ser transportado por su hermana Morgana hasta la isla de Ávalon.
Según la leyenda, Arturo y su reina Ginebra yacen en la abadía de Glastonbury, donde antaño se situaba Ávalon, pero volverán a la vida cuando Inglaterra vuelva a necesitarlos.
Próxima entrega: Mitología Celta – El Ciclo de Ulster
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