Recordemos que Anubis fue un antiguo dios asociado a
la muerte, hijo de Isis y Osiris, responsable del embalsamiento y la protección
de las tumbas. Y lo más importante en este caso es que se le representa como un
hombre con cabeza de chacal.
Pero poco saben que en el santoral católico también
figuró un perro: San Guineforte. Cuenta la historia que era un galgo de la diócesis
de Lyon, en Francia, que vivió a mediados del siglo XIII.
La leyenda del Guineforte cuenta que pertenecía a un
señor feudal. Un día el señor salió y dejó al perro solo con un de sus hijos,
el menor.
Al regresar encuentra la cuna llena de sangre con el
perro al lado; suponiendo que este había atacado al bebe, el hombre lo mató con
un flechazo en el corazón.
Sin embargo, para pesar el señor, noto que había una
serpiente en la cuna del infante y este estaba ileso. Al reparar en su error,
el hombre le dio una sepultura digna al perro y al hacerse saber la historia
por los lugareños comenzaron a peregrinar a la tumba para honrar a este mártir
singular.
Observen en la foto, los niños en la parte superior
y la serpiente a los pies del galgo. Sin embargo, luego la iglesia, a través del
inquisidor Étienne de Bourbon consideró que el culto a un perro iba en contra
de la doctrina cristiana, de modo que lo desenterró y quemaron sus restos.
Es interesante notar, como un dios de la mitología
egipcia llega a tener un homólogo en la religión católica, aunque luego haya
sido excluido.
¡Feliz jueves!
esta historia es por demas conmovedora, y creo muy real ,ya que mi perro galgo realizaba actos semejantes , y dignos de una novela inspirada en la gratitud y la nobleza de este ser tan especial ,,y aunque ya no esta ,tengo otro ejemplar con similares caracteristicas que son mi orgullo y compañia , Carlos VEIGA , SDOS
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