Mitología Celta - introducción

Ubicamos a los pueblos celtas en Europa central y occidental hacía el I milenio antes de Cristo, entre el final de la edad de Bronce y comienzos de la Edad de Hierro. Entre los siglos V y I a. C.
Los celtas se expandieron por la mayor parte del continente, desde la Península Ibérica hasta las orillas del mar Negro.
Aunque fueron conquistados por Roma, sus costumbres y tradiciones sobrevivieron aún durante muchos siglos.

Su economía se basaba en la agricultura y el pastoreo.

Su unidad social por excelencia era la tribu, con los siguientes estratos sociales: nobleza, guerreros-agricultores, artesanos, trabajadores manuales y esclavos.

La religión y la espiritualidad se basaban en el culto a la naturaleza, representada por la madre Tierra.

De los celtas se ha dicho que no construían templos y la evidencia arqueológica parece demostrar lo contrario. Igualmente se decía que hacían sacrificios humanos, que solo se conoce por fuentes romanas y que pudo usarse con fines difamatorios.

Próxima entrega: Mitología Celta – Los ciclos

Mitología Romana - Dioses

En la mitología romana se tienen a los dioses originarios, que son aquellos que nacieron en primer lugar, que surgieron en el momento de la creación y cuyas formas constituyen la estructura básica del universo.

Lo habitual es situar a Caos es el origen del universo: se trata de la atmósfera más próxima a la Tierra, con el aire, el vapor y la niebla. Luego surgieron Gea y Tártaro, encarnación del más profundo de los infiernos.

De Caos surgieron Nix, la noche, y Érebo, la oscuridad que copularon para engendrar a Éter, la luz, y Hemera, el día. El último de los dioses fue Urano, que nació de la propia Gea para luego convertirse en su esposo.

A diferencia de la mitología griega, en la mitología romana los dioses no actúan directamente con los humanos, sino que simplemente su importancia solo es cosmogónica.

En la imagen vemos a Gea, según el genio de Miguel Ángel.

Mitología Romana - introducción

La mayor parte de la mitología romana está directamente tomada de las leyendas de la griega clásica: lo que se hizo fue cambiar algunos nombres de las divinidades griegas, por ejemplo, Zeus por Júpiter o Hermes por Mercurio, conservando el resto intacto.

Sin embargo, sí hubo otros dioses adicionales, como por ejemplo: Bona Dea, patrona de las mujeres y diosa de la castidad; la diosa Fortuna, con su alegórica rueda.

Tampoco hay que olvidar a los héroes genuinos romanos: Rómulo y Remo o el propio Eneas, que aunque aparece en la Ilíada, no toma auténtico cuerpo hasta la Eneida.

Mitología Griega - Héroes y sus leyendas

A la época en que aparecen los héroes se le denomina Edad de los Héroes, que suele dividirse en tres períodos más o menos extensos. El primero de ellos está protagonizado por Heracles, hijo de Zéus. Se supone que sus descendientes, los Heráclidas, fueron los antepasados de los reyes dorios, siguiendo con la tradición de vincular a las familias reinantes con los propios dioses. En esta época también coexisten otros héroes de primera generación, como Perseo o Belerofonte, cuyas fantásticas historias les llevan a enfrentarse con monstruos imposibles como la Medusa y a desafiar la ira de los inmortales.
La segunda generación de héroes está casi por entero vinculada a la expedición de Jasón y los argonautas en busca del vellocino de oro. Al fin encontramos la Guerra de Troya, con protagonistas del calado de Aquiles, Odiseo, Héctor y Helena de Troya.